martes, 8 de enero de 2008

Cómo tener un hijo adolescente...y ser feliz

No se considere agraviado por lo que los adolescentes hagan: no es nada personal... es simplemente su crisis.

No tome los problemas de sus hijos como propios: deje que él maneje su vida y tome sus decisiones. Pero exíjale que éstas no afecten a los demás.

Establezca con su hijo (gano-ganas) los límites y normas necesarias para vivir en armonía.

Si su hijo tiene un problema serio, ayúdele, pero no se amargue usted la vida: no añada un problema a otro problema.

No se puede “obligar” a nadie a ser bueno: hay que venderle la idea y ayudarle con ideas y con acompañamiento.

El bien de la familia está antes que el bien del adolescente. Conviene, sin embargo, conseguir las dos cosas.

Desconcierte -de vez en cuando- a su hijo. No sea tan predecible que su hijo/a sabe siempre qué esperar de usted.

No tome decisiones sobre la marcha, ni acepte hechos cumplidos. Calma, paciencia, reflexión…y después actuar con firmeza.

Si usted se sale de casillas, su hijo lo manipula y lo domina, ganó la batalla.

Tenga un interés real y genuino por las cosas del adolescente.

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