Cuando un hijo trae a casa el boletín de notas plagado de "Necesita Mejorar" en Primaria o de suspensos en Secundaria, cualquier padre o madre se lleva un gran disgusto. ¿Es entonces el mejor momento para poner remedio? ¿Son buenas las soluciones drásticas e inmediatas?
Observa durante el curso la conducta de tu hijo hacia el estudio: tiempo de dedicación, interés con el que habla de lo que aprende y de sus profesores, resultados de los controles parciales. Es importante estar cerca de él para saber realmente lo que le está pasando.
Evita los grandes gritos y castigos. Sólo conseguirás que tu hijo tenga más miedo a la hora de comunicarte sus notas y no te resultará efectivo para mejorar los resultados de tu hijo.
Evita insultarle y humillarle.
Escucha a tu hijo. Esto no quiere decir que le des siempre la razón, sino entenderle para llegar a soluciones conjuntas.
Busca ayuda en los profesores y profesionales.
Responsabilízate de llevar a cabo en casa las decisiones tomadas en tutorías.
Proporciona ayuda a tu hijo, si es necesario, para que aprenda a estudiar y a cubrir las "lagunas que pueda tener".
Controla las actividades distractoras como la televisión, los video-juegos, video-consolas...
Dale a tu hijo responsabilidades domésticas desde que es pequeño.
Si tu hijo ya está en secundaria o bachillerato, ayúdale a encontrar su vocación profesional.
Ayúdale a hacer los deberes en casa.
jueves, 10 de enero de 2008
Que hacer para que mi hijo estudie más
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario